martes, 29 de noviembre de 2016

A cachos. A sueños.

En sentido práctico, no se puede forzar a nadie a dejar de querer a otro nadie. La idea es ir ocupando la vida con vida y el tiempo con tiempo. Liberar la mente, el corazón y el cuerpo. El secreto está en seguir viviendo. A cachos. A sueños. Buscar excusas y encontrar una nueva esperanza. Parado. Quieto. Ahora en movimiento. "Dejar de fumar. Dejar de comer. Dejar de morderse las uñas. Dejar de quererte". Viejos hábitos. Días nuevos llenos de posibilidades. Llenar el hueco. Cubrir los agujeros. Hasta formar un nuevo "yo" tan sólido que no haya malas costumbres capaces de derribar ni un solo muro más.

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