martes, 29 de noviembre de 2016

Ausencias.

Es extraño cómo se puede aprender a vivir sin aquellas personas que un día parecieron indispensables. Es extraño cómo los días ya no siguen pasando como el entretenimiento que cubre una ausencia. Es extraño cómo se puede echar de menos una constante que ha dejado de serlo sin necesidad de estar triste. Es extraño cómo las distancias terminan convirtiéndose en ausencias, así, sin más. Es extraño cómo las cuerdas que nos unen a veces pueden tensarse tanto que lleguen a romperse y perderse en el infinito vacío del paso del tiempo, que no en el pasar de un tiempo vacío. Sino una vida, así de simple. Hoy me he permitido echarte de menos un rato, apenas cinco minutos. Aquí, a solas. Viendo pasar recuerdos como diapositivas. Anhelando las mariposas que ya no protestan ni vuelan perfilando tu nombre. Frente a una copa de vino, un cigarro en deconstrucción y ese sofá que alguna vez compartimos. Es extraño, tanto como tú. Tal vez, tan extraño como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario