domingo, 6 de diciembre de 2015

Una mujer real

Suéltate el pelo. Quítate la ropa. Sube las persianas, que entre la luz. Ponte delante del espejo de cuerpo entero. Mírate. Mírate bien. Detente en los detalles. Mírate. Con cariño. Mírate bien. Apréciate. No busques los defectos. Céntrate en los detalles. Admira el conjunto. Define las formas. Cuenta los lunares. Los pliegues. Las curvas y las rectas. El vello. Los granos. La longitud de tu cuerpo. Todo su esplendor. La celulitis. Las flojeces. Las cicatrices. Los músculos. El color. La forma. Esa eres tú. Eso es una mujer real. No lo que dicen las portadas de las revistas ni el blog de moda. Una mujer real eres tú. Tengas la talla que tengas. Sea lo alta que seas. Tengas las piernas largas o cortas. Tengas barriga o no. Una mujer real no es un concepto. No es un estándar. Es un cuerpo, sea el que sea. Y, sobretodo, es un cerebro. Son tus pensamientos, tus sentimientos. Lo que haces con ellos. Una mujer real es cualquiera. Somos todas. La que se despierta cada día con ganas de comerse el mundo y la que decide quedarse en la cama cinco minutos más. La que hace la comida a diario y la que no. La madre, la casada, la soltera. La que no tiene tiempo para estar pendiente del vello y la que sí. La que decide. Una mujer real soy yo. Con mis curvas, con mis kilos de más, con mis piernas cortas y fuertes, con mi culo gordo, con mis pechos grandes. Con mis días buenos. Y con todos los días malos. Con mi sonrisa y con mis lágrimas. Cuando soy sociable y con toda mi soledad. Cuando hago deporte y cuando decido quedarme en el sofá. Yo no soy quien nadie quiere sea. Soy yo. Cada día de mi vida. Desde que nací y hasta el día que me muera. Cuando te quiero y cuando te odio. Cuando canto, cuando bailo. Cuando trabajo hasta que ya no puedo más. Cuando sueño. Cuando vuelo. Cuando tropiezo. Cuando me caigo y no me puedo levantar. Cuando no quiero. Al carajo las tendencias. Al carajo todos los que escriben sobre belleza sin pensar en ninguna de nosotras. Al carajo todo vuestro photoshop, todos los recortes, toda la exaltación de lo que no es verdad. Al carajo el que dice que una mujer real es una mujer gorda. El que dice que una mujer real es una talla 34. Al carajo el que dice que cubras tu cara con un velo. El que te prohíbe hacer topless. El que dice que el desnudo es una ofensa. El que te censura. El que te presiona. El que te manda ser algo que no eres. El que te obliga a enseñar piernas y escote. El que te juzga por hacerlo. Al carajo todo aquel que no te deje ser quien eres, quien tú quieras ser. Al carajo todo aquel que quiere poner etiquetas. El que no te deja ser. Una mujer real. Menuda frase de mierda. Todas somos mujeres reales. Y, al que no le guste, que no mire. Que se vaya. Que no vuelva. Que nadie intente nunca más encasillarte en ninguna parte. Que nadie te quite tu libertad. Tú decides. Sé.

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